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Mamografía: ¿Qué es y qué esperar?


File:Arteriolosclerosis mammography.png - Wikimedia CommonsEl cáncer de mama es uno de los tipos de cáncer más comunes en las mujeres en la actualidad, representando 1 de cada 3 cánceres diagnosticados. La probabilidad de que una mujer desarrolle cáncer de mama invasivo en algún momento de su vida es de aproximadamente 1 en 8 (12,4 %) y es una de las principales causas de mortalidad por cáncer entre las mujeres de todo el mundo. Pero debido a la detección temprana, la intervención médica adecuada y el tratamiento posoperatorio secuencial, la mortalidad por cáncer de mama ha ido disminuyendo con el tiempo. Y una de las formas efectivas de detectarlo y tamizarlo en el período inicial es la mamografía.

Lea también: Cáncer de mama: causas, síntomas y tratamiento

¿Qué es la mamografía?

La mamografía, también llamada mamograma o mastografía, es el proceso de usar rayos X de baja energía para examinar el seno humano para un diagnóstico temprano y una prueba de detección. El objetivo preliminar de la mamografía, junto con los exámenes clínicos regulares y los autoexámenes mamarios mensuales, es la detección temprana del cáncer de mama, generalmente mediante la detección de masas características o microcalcificaciones.

Tipos de mamografía

Dependiendo del diagnóstico, la mamografía es de dos tipos:

Mamografía de detección: es el procedimiento que se realiza como una prueba de rutina para detectar cualquier cáncer o cambios en el seno.

Mamografía de diagnóstico: procedimiento que se realiza si tiene un bulto o cualquier otro síntoma de cáncer de mama.

Si bien el proceso para ambos es el mismo, la mamografía de diagnóstico es más extensa que la mamografía de detección y puede requerir más imágenes que la detección.

Según el proceso utilizado, la mamografía se clasifica nuevamente en 4 tipos:

Mamografía digital: esta es una forma especializada de mamografía que utiliza receptores digitales y computadoras en lugar de películas de rayos X para ayudar a examinar el tejido mamario en busca de cáncer de mama y detectarlo en las primeras etapas.

Mamografía 3D: también conocida como tomosíntesis mamaria digital (DBT), tomosíntesis o imágenes mamarias en 3D, la mamografía en 3D crea principalmente una imagen en 3D de la mama mediante rayos X.

Mamografía con recuento de fotones: este proceso utiliza predominantemente una dosis menor de rayos X para crear imágenes que los métodos convencionales. Utiliza principalmente imágenes espectrales para mejorar aún más la calidad de la imagen, lo que ayuda a distinguir entre diferentes tipos de tejido y a medir la densidad mamaria.

Galactografía: también conocida como ductografía mamaria, la galactografía es un tipo de mamografía que se utiliza principalmente para visualizar los conductos lácteos mediante una sustancia radiopaca que se inyecta en el sistema de conductos.

¿Quién debe hacerse una mamografía?

La mamografía se recomienda principalmente para todas las mujeres mayores de 40 años, cada 1 o 2 años. Pero en caso de que tenga antecedentes personales o familiares de cáncer de mama, es posible que el médico le recomiende que comience a hacerse exámenes de mama más temprano en la vida y que los haga con más frecuencia, o que utilice herramientas de diagnóstico adicionales.

¿Cómo prepararse para una mamografía?

La persona que se somete a una mamografía debe seguir ciertas pautas el día del procedimiento para evitar fallas en el informe:

– La persona no debe aplicar ningún desodorante, talco corporal, ungüentos, cremas o perfumes en los senos o axilas, ya que pueden crear manchas blancas innecesarias en la imagen. – Se sugiere que la persona que se realiza la mamografía utilice la misma instalación todos los años para facilitar la comparación de los resultados. En el caso de que esté utilizando una instalación o centro de diagnóstico por primera vez, asegúrese de llevar sus mamografías anteriores. – Asegúrese de describir al médico tratante o al técnico sobre cualquier síntoma o problema en los senos antes del procedimiento. – Trate de no realizar una mamografía la semana anterior a su período o durante el ciclo menstrual, ya que sus senos pueden estar sensibles o hinchados en ese momento. – No olvide mencionar al médico tratante o radiólogo en caso de estar embarazada o amamantando, ya que no es bueno exponerse a rayos X durante este tiempo. Pero si es necesario o dependiendo de la gravedad de la afección, el médico puede recomendar otros métodos de detección, como una ecografía.

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¿Cómo se hace una mamografía?

Una mamografía es un procedimiento bastante simple. Primero se le pide al paciente oa la persona que se somete al procedimiento que se quite la ropa de la cintura para arriba y que guarde a un lado las joyas si la persona las lleva puestas. Luego, los senos se colocan o ajustan en una placa de apoyo y se usa un dispositivo de compresión para empujar el seno hacia abajo y aplanar el tejido para obtener una imagen más clara del seno. La persona puede sentir cierta incomodidad, pero por lo general es temporal y no causa ningún daño al tejido mamario. Por lo general, el técnico toma dos vistas de cada seno. Una vez que se revelan las películas, los técnicos verifican la precisión clínica de estas radiografías antes de que la persona se vaya.

¿Cómo interpretar los resultados?

Una vez que se lleva a cabo el procedimiento, la persona generalmente obtendrá las películas dentro de una semana. Luego, las películas son examinadas por radiólogos que tienen capacitación especializada en la interpretación de imágenes de seno.

Además de la detección del cáncer, una mamografía puede ayudar a encontrar calcificaciones o depósitos de calcio en los senos. También puede encontrar quistes dentro del tejido mamario que pueden aparecer y desaparecer normalmente durante los ciclos menstruales de algunas personas y también la presencia de bultos cancerosos o no cancerosos.

Si la mamografía es normal, continúe haciéndose el proceso todos los años como control de rutina.

Si los resultados son anormales, el médico puede sugerirle a la paciente que se realice mamografías, pruebas, exámenes u otras técnicas de imagen adicionales, como resonancia magnética o ultrasonido. El médico también puede derivar al paciente a un especialista o cirujano en caso de que el procedimiento detecte cáncer y la persona necesite una cirugía.

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